Fieles a la cita de nuestro guía Antonio, acudimos a la cita el día 14 de Enero, a las 10 de la mañana, en la entrada de la iglesia San Antonio, rumbo a la Cartuja baja.
La mañana era fría, pero soleada y, tras repartirnos saludos, besos y abrazos por el comienzo de año 2017, comenzamos la andadura con muy buen humor. Fuimos bordeando y dejando atrás las últimas casas de la urbe, y, como casi siempre, que nos vamos desperdigando porque el camino era fácil, Ana Rosa nos explicó a algunos que parte del canal inicial se abandonó para evitar el paso por debajo de la circunvalación y algunos vecinos habían aprovechado para convertirlo en pequeños huertos o jardines, protegidos por la rectitud de los muros en sillares.
Ya en paralelo al canal Imperial de Aragón, donde recordamos las ideas del aragonés Joaquín Costa, anduvimos por el camino de sirga (Julio explicó que el nombre se les atribuía a los que unían por cuerdas a las barcazas con las caballerías que la arrastraban. El trayecto se hacía atractivo, ya que, por la vegetación de los laterales, bien podría parecer la ribera de un río natural. Observamos las enclusas, las marcas de agua en las piedras y la calidad de una construcción bien hecha. Bordeamos varias almenaras de los guardas del canal (alguna bien conservada y habitada y otras, cerradas o medio derruidas)
Buenos propósitos al llegar a Valdegurriana y el monolito dedicado a los Scouts, esculpido, según tengo en tendido en piedra de Calatorao, de poder plantar allí alguno de los robles que tiene José Luis. Unas foticos de grupo o individuales y a continuar, para llegar al paraje-merendero donde almorzamos. Algunos hablaron de que sus hijos y familia frecuentaban el lugar porque tenía muchas posibilidades de juego sin riesgo y ¡ hasta pudimos ver que, mientras unos tomaban un ligero almuerzo, después de las comilonas de navidades…alguno sacó su botella de vino y un caldo caliente con huevo!!
Risas, bromas y anécdotas de Scouts y guías, para proseguir el camino hasta las inmediaciones de la Cartuja, donde había jolgorio de grupos de chavales y familias que practicaban deportes.
¡Hasta la próxima y buena caza!
